The Exorcist / El Exorcista
(1973)
Estamos seguros de que si preguntamos a la mayoría del público de mediana edad, cuál ha sido la película que más miedo le haya causado en toda su vida, casi seguro que contestarían:
La película de El Exorcista.
Estremecedor film de 1973 dirigido por el realizador norteamericano William Friedkin, autor de películas como French Connection (con la que obtuvo un Óscar en 1971), Vivir y morir en Los Angeles (1985) o Jade (1995).
El Exorcista es una película de terror con mayúsculas y su historia está inspirada en una novela escrita por William Peter Blatty en 1972 que vendió millones de ejemplares en los Estados Unidos. Es lógico, que tras este éxito, el propio Blatty se animara escribir un excelente guión para su adaptación cinematográfica.
La oscura trama que nos cuenta Blatty (autor, guionista y productor de El Exorcita) nace de un acontecimiento real que le causó un gran impacto: una posesión diabólica de un niño de catorce años narrada en el Washington Post a finales de los años cuarenta que tuvo que ser exorcizado. Hay que reconocer que el tema del exorcismo es un tema muy oscuro, del que sabemos muy poco, y del que la Iglesia tampoco parece aportarnos mucha luz...
La película
La película comienza en Irak, en un yacimiento arqueológico donde el padre Lankester Merrin encuentra un antiguo amuleto demoníaco. Al mismo tiempo, en Washington DC, una preciosa niña de 12 años llamada Regan, hija de una veterana actriz (Chris MacNeil), comienza a desarrollar una extraña patología con serias alteraciones metabólicas y conductuales que irán en aumento. La madre, terriblemente preocupada y desesperada, tras recorrer muchas consultas y tras ver cómo todas las pruebas que sufre su hija siguen sin funcionar, decide ponerse en contacto con el padre Damien Karras, un sacerdote de la universidad de Georgetown que, aunque duda de su fe, ayudará a sanar a Regan mediante la realización un Exorcismo.
Para la consecución de tal siniestra tarea, Damien, que no tiene experiencia en este campo, contará con la ayuda del padre Lankester. Tras mucho sufrimiento y dolor, Regan será liberada de su diabólica posesión.
Para llevar a la gran pantalla esta historia, Friedkin contó con un reparto excepcional: Ellen Burstyn (Chris MacNeal, la madre), Jason Miller (el padre Demien Karras), Linda Blair (la niña cuyos gritos y gestos aun nos aterrorizan a todos los que vimos esta película), y el genial actor sueco descubierto por Igmar Bergman, Max von Sydow (el padre Lankester Merrin). Todos ellos, junto a una fotografía excepcional, maquillaje y efectos especiales, consiguieron generar una cinta con una atmósfera agobiante, enfermiza, fría, y sobre todo, terrorífica.
La cinta obtuvo 2 Óscars, 4 Globos de oro y un premio Saturn.
La Música
La Banda Sonora de la película cuenta con diferentes cortes de artistas musicales como Krzysztof Penderecki, George Crumb o Jack Nietzsche, entre otros, pero nosotros nos hemos centrado en un tema increíble extraído del primer trabajo del virtuoso compositor inglés: Mike Oldfiled: Tubular Bells.
La película
La película comienza en Irak, en un yacimiento arqueológico donde el padre Lankester Merrin encuentra un antiguo amuleto demoníaco. Al mismo tiempo, en Washington DC, una preciosa niña de 12 años llamada Regan, hija de una veterana actriz (Chris MacNeil), comienza a desarrollar una extraña patología con serias alteraciones metabólicas y conductuales que irán en aumento. La madre, terriblemente preocupada y desesperada, tras recorrer muchas consultas y tras ver cómo todas las pruebas que sufre su hija siguen sin funcionar, decide ponerse en contacto con el padre Damien Karras, un sacerdote de la universidad de Georgetown que, aunque duda de su fe, ayudará a sanar a Regan mediante la realización un Exorcismo.
Para llevar a la gran pantalla esta historia, Friedkin contó con un reparto excepcional: Ellen Burstyn (Chris MacNeal, la madre), Jason Miller (el padre Demien Karras), Linda Blair (la niña cuyos gritos y gestos aun nos aterrorizan a todos los que vimos esta película), y el genial actor sueco descubierto por Igmar Bergman, Max von Sydow (el padre Lankester Merrin). Todos ellos, junto a una fotografía excepcional, maquillaje y efectos especiales, consiguieron generar una cinta con una atmósfera agobiante, enfermiza, fría, y sobre todo, terrorífica.
La Música
La Banda Sonora de la película cuenta con diferentes cortes de artistas musicales como Krzysztof Penderecki, George Crumb o Jack Nietzsche, entre otros, pero nosotros nos hemos centrado en un tema increíble extraído del primer trabajo del virtuoso compositor inglés: Mike Oldfiled: Tubular Bells.
Tubular Bells es más que un simple álbum de canciones ya que se trata de una sinfonía progresiva dividida en dos extensas partes que contienen un sinfín de arreglos y melodías instrumentales. Además, este gran trabajo, grabado en una mansión inglesa, supuso el comienzo de una importante discográfica: Virgin Records.
Para apreciar la música y el concepto del Tubular Bells se requieren varias escuchas de este inmenso álbum pero eso os lo dejamos a todos vosotros. Nosotros nos conformamos con haceros llegar un pequeño fragmento que supone un homenaje al Cine y a la Música.
Escuchar Tono:
Maravillosa, extraña y única es Tubular Bells.
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