Seguro que os ha gustado volver a escuchar el tema de
Miami Vice, no dudéis en utilizarlo como tono de llamada o alarma en vuestros teléfonos o dispositivos móviles. Pero para los que queráis seguir leyendo queremos daros más información "importante" para comprender la
Historia de los Videojuegos.
Cuando por fin mis padres me compraron mi ansiado ordenador personal de 8 bits
Amstrad CPC 464 con monitor de fósforo verde en un centro comercial a finales de 1987, no pude por menos de añadir a la Elevada Factura, un
videojuego, aparte del paquete de "aplicaciones" en casete que venía con el citado computador. Estaba impaciente por comenzar cuanto antes a disfrutar de las capacidades de mi nueva adquisición. Observé títulos de
videojuegos como
Batman,
Manic Miner,
Sorcery,
Camelot Warriors o el recién estrenado
Barbarian... pero curiosamente, mis ojos se llenaron de júbilo cuando vi que tenía al alcance de mi mano la cinta del
videojuego desarrollado por
Canvas para
Ocean Software en 1986:
Miami Vice.
No os podéis imaginar la de veces que me arrepentí, en aquella época, de haber comprado aquel irritante, poco manejable y aburrido juego.
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AMSTRAD CPC 464 (Fósforo Verde) |
Seducido por el tirón de la serie, a la que todavía le quedaba mucho fuelle, me aventuré a comprar un
videojuego que no lucía nada bien en mi monocromo
Amstrad. Pero era lo que tenía, así que le dediqué horas y horas de juego a sabiendas de que no podría completar más de dos fases seguidas. Fui enseguida consciente de que me enganché al juego por dos motivos fundamentales, por un lado me atraía enormemente lo que prometía el innovador sistema de juego, que según algunos estudiosos en la materia sirvió de inspiración al mítico
GTA (
Grand Theft Auto)... y por el otro, su genial Banda Sonora musical.
El desarrollo del juego
Con sus múltiples defectos,
Miami Vice disponía de dos visiones del juego muy diferentes, por un lado se centraba en la conducción y por otro, se ofrecía una especie de
arcade de disparos con un pésimo "scroll" horizontal. En la fase de conducción, bajo una visión cenital del plano urbano, teníamos que llevar a la velocidad del trueno a nuestro "Ferrari" hacia un punto establecido del mapa. El problema comenzaba con el control del coche ya que era poco eficiente y realmente difícil de manejar, y por si fuera poco, estas fases del
videojuego había que completarlas en un período de tiempo muy breve, y para más
inri, cada vez que colisionabas con cualquier cosa, te castigaban quitándote parte del precioso tiempo restante que tenías para completar la misión.
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Vista aérea: ¿eso es un "Ferrari"? |
Si tras muchos esfuerzos conseguías llegar a tu destino, el juego pasaba al modo acción con desplazamiento horizontal. Bueno, lo de acción es un decir, porque esa deseada acción
mata-mata adolecía de una patética jugabilidad.
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En en bar de "Vinos" |
La Banda Sonora
El segundo motivo por el que no arrojé la cinta de
Miami Vice a la basura consistió en el placer que me producía escuchar el estupendo sonido del juego, obra de uno de los más importantes compositores musicales del mundo de los videojuegos:
Martin Galway, un músico-programador irlandés nacido en 1966 que lleva a sus espaldas más de 50 bandas sonoras y del que hablaremos en muchas más ocasiones en
Tonos-Gratis.com.es.
Pocos años después descubrí que si el sonido de mi
Amstrad era bastante digno, incluso mejor que el del
ZX-Spectrum, nada tenía que ver con el sonido que "sobresalía" del
Commodore 64 gracias a su imperecedero chip de sonido
SID (
MOS 6581/8580).
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Chip MOS 6581 |
En definitiva, mi primer videojuego, Miami Vice, fue una auténtica decepción. Menos mal que en los años sucesivos me fueron regalando otras cintas con fabulosos juegos como Saboteur!, Ikari Warriors, Knight Lore, Alien 8, Sir Fred, Freddy Hardest, Linvingstone Supongo o La abadía del crimen que me hicieron cambiar de opinión sobre las dudas que tenía acerca de mi querido Amstrad CPC 464 y que ha sido el detonante para que os cuente esta breve reseña biográfica.